jueves, 14 de abril de 2011

SAP - Síndrome de Alienación Parental (continuación)



DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL


SAP vs Abuso Sexual
Los profesionales que llevamos a cabo nuestro trabajo en los juzgados conocemos que las falsas denuncias por abusos sexuales son una estrategia común para lograr interferir o lograr una posición de ventaja en litigios en los que se están tratando temas relacionados con la separación y el divorcio de una pareja. Esto provoca que muchos progenitores, responsables de la campaña de denigración, quieran justificar que la animadversión de sus hijos vienen dada por el abuso sexual de cual el menor ha sido víctima.
El diagnóstico SAP debe darse si existe una campaña justificada por parte de uno de los progenitores contra el otro, a la que se suman las contribuciones del hijo alienado.
El SAP es un diagnóstico que debe darse dentro del ámbito de las disputas judiciales por la custodia de los hijos.
Los padres alienadores son poco o nada cooperativos con los profesionales encargados de la evaluación de su situación familiar.
Al movernos dentro del mundo de la Ley, el profesional no puede cometer el error de recoger únicamente la opinión de una de dos alternativas enfrentadas, legítimamente, en sus reclamaciones.
No quisiera cerrar este apartado sin una última puntualización. En esta situación el esfuerzo económico y emocional siempre está debido a su necesidad de probar, del lado del progenitor alienado.
Favorecer la prolongación de esta situación, cuando la falta de contacto es una de las armas esenciales para lograr la alienación, es facilitar de modo indirecto los fines patológicos del progenitor alienante.


SAP vs Madre Usurpadora
La intención de madre es la posesión del menor de modo excluyente y, por tanto, ni reclama obligaciones ni otorga derechos al padre.


SAP vs Ansiedad Por Separación
Los hijos muestran malestar al estar separados de su hogar, o de los sujetos con los que están vinculados, así como necesidad de estar en contacto con ellos.
Las consecuencias para el sujeto se valoran como malestar clínicamente significativo o deterioro social, académico o de otras áreas importantes de la actividad diaria.
Las emociones en el SAP son de odio o desagrado ante la presencia o proximidad del progenitor, que puede ser acompañado de características fóbicas, acompañadas de estrategias de evitación. Frente a esto en la As existe un miedo a no volver a ver a su ser querido. Las estrategias van encaminadas a recuperar el contacto con él.


SAP vs Lavado de Cerebro
El término SAP se refiere únicamente a la situación en la cual la programación del progenitor se combina con la campaña de injurias del hijo.
El proceso completo del desarrollo de la patología, en el que se han de incluir todas las fases de la acción perjudicial, es fundamental para entender, diagnosticar y finalmente tratar el SAP.
El objetivo del alienador es eliminar cualquier objeto contaminante del mundo exterior, sea de la naturaleza que sea, con la intención de expulsar cualquier afecto que pudiera acarrear.
En el SAP el padre alienado es el responsable de todo mal. No cabe ambivalencia en los sentimientos mostrados hacia él.
Todo aquello que es una desviación del conocimiento verdadero, cuyo depositario es el progenitor alienador, no está permitido.
Cuando el progenitor alienador organiza qué debe ser conocido y cómo debe conocerse, organiza el mundo del hijo alienado.
El mundo social y extenso que incluye dentro de su campaña de ataques e injurias es únicamente aquel que, de un modo u otro, se relaciona con el progenitor alienado.



CARACTERÍSTICAS DEL PROGENITOR ALIENADOR.
PARANOIA. FOLIÉ A DEUX. LIMITE. PSICÓPATA.
SINDROME DE MUCHAUSSEN.
NUEVAS INVESTIGACIONES.


Si bien en algunos casos pudiera subyacer una patología de ámbito psicológico, en muchos de los escenarios de conflicto marital, donde se pudiera diagnosticar un SAP, nos encontramos con una decisión individual, con una fuerte influencia social y de repetición de modelos de crianza aprendidos, en la que se expresan determinados rasgos de personalidad.


La secuenciación o superposición de distintos escenarios, en función del momento cronológico en el que nos encontremos.


La naturaleza de sus actos es intencional, sostenidos por un sistema de creencias sociales y rasgos de personalidad patológica.


Es habitual que en todo proceso de separación se den conductas o expresiones incorrectas, por parte de cualquiera de los miembros de la pareja. La diferencia es que un progenitor alienador mantiene vivas dichas conductas durante un período de tiempo prolongado, implicando a su hijo con intención de que las comparte y, de este modo, se convierta en un miembro más del enfrentamiento hacia el progenitor objetivo.


Desviar la mirada hacia un problema superior con intención de eludir problemas propios del progenitor alienador, sentimientos de venganza y culpa, deseo de poder dominio y control.


Posibilidad de la perdida, sentimientos de ira ante la falta de reconocimiento de la maldad del progenitor objetivo por parte de los profesionales y la justicia.


Las investigaciones parecen mostrar que el uso de la negociación, la proyección y la distorsión, como medios de enfrentarse a la realidad son comunes en los progenitores alienadores.


Una persona con este perfil podría aparecer desmintiendo cualquier responsabilidad en el divorcio o los problemas familiares, viéndose a sí misma impecable, una víctima de su ex pareja.


La presión para que la familia extensa se sume a la campaña de denigración alcanza en muchas ocasiones a los profesionales.


Es habitual que los progenitores alienadores aprovechen la sensibilidad social sobre ciertos temas (abusos sexuales a menores, malos tratos a mujeres, aumento de los servicios sociales de protección y vigilancia, etc.) para lograr su objetivo.


Estos sujetos podrían construir su entorno sobre la base de su herida narcisista, que se expresaría en tanto proyecte en el otro todo su rencor, justificándolo con la culpa por la ruptura.


La tendencia a no superar la ruptura, la persistencia en mantener la relación a través del conflicto, el miedo a perder el papel de cuidador principal y objeto de amor superior, la no diferenciación entre sus deseos y las necesidades de sus hijos y la proyección de los propios errores en el otro miembro.


Las creencias sobre la crianza y la relación de pareja hacen que muchos progenitores localicen a sus hijos como el eje central de su existir.


Los progenitores alienadores habitualmente tengan una gran dificultad, si no desinterés manifiesto, para iniciar otra relación de pareja.


En el caso de que inicien una nueva pareja, tienden a eliminar a la anterior, elevando a la actual como la única existente.


La situación legal actual, en la que muchos alienadores se encuentran en una posición de ventaja a la hora de la adjudicación y mantenimiento de la guarda y custodia.


La creencia de la menor capacidad del varón para la crianza de los hijos, sumando a las presiones del entorno social sobre la mujer- en la dirección de responsabilizarla de la crianza de sus hijos. La percepción de los hijos como posesión. La inmersión del progenitor y sus hijos en la familia extensa.




¿CÓMO PUEDO DETECTAR SI UN SINDROME DE ALIENACIÓN ESTÁ OCURRIENDO?
CONDICIONES NECESARIAS Y CONDUCTAS EXPRESAS DE ALIENADOR.


Cuando un padre alienador aísla a un hijo del entorno con el que antes interaccionaba y le enriquecía, su interés primario es generar una dependencia excluyente.


Cuando un padre alienador aísla a un hijo del entorno con el que antes interaccionaba y le enriquecía, su interés secundario es impedir que tenga contacto con otras visiones de la realidad.


La intención del progenitor alienador al aislar al hijo es permitir la construcción de una única realidad, aquella que él mismo decida, más allá de toda reflexión.


Un progenitor que pretende aislar a sus hijos de la contaminación externa no puede permitir que lleguen mensajes que puedan poner en peligro la credibilidad de sus postulados.


En el desarrollo del SAP estas situaciones especiales van aumentando en cantidad y frecuencia. Suelen arrancar de modo sutil- llegar tarde a la visita- y siempre bien argumentadas, para pasar a ser cada vez más burdas e injustificadas.


Una de las mayores decepciones para un niño pequeño es que uno de sus progenitores se olvide de su cumpleaños, su santo o un día especial en el colegio. A la ausencia física se suma la decepción y, a ambos, los comentarios del progenitor alienador.


EL MIEDO
El progenitor alienador intenta crear sentimientos de culpa, expresiones de dolor por la separación – aunque únicamente sea por unas horas- del hijo con el otro progenitor.
El miedo a convertirse en objeto de su ira, como antesala aislamiento, aumenta la dependencia psicológica de los hijos hacia el progenitor alienador.
La fidelidad y la asunción de los mismos objetivos que el progenitor alienador, se convierten en una estrategia viable en los hijos con intención de lograr que no les lleguen a ellos los ataques.
El mensaje del miedo implica la idea de que “hay que elegirme a mi”.
Los niños que se encuentran en medio del fuego cruzado lo primero que aprenden es a manipular.
La deslealtad filial hace referencia a aquellos parientes próximos al progenitor alienador que no aceptan la campaña de alienación iniciada, la inmersión en el odio de los hijos y sus posteriores contribuciones a la denigración del progenitor odiado.


LA PURGA EMOCIONAL
El término purga emocional define el intento de eliminación de cualquier elemento que pudiera hacer referencia al objeto de alienación.
Antes de utilizar este camino, los alienadores suelen pasar por el conjunto de estrategias que ya hemos repasado a lo largo del libro.
El traslado de un hijo, habitualmente menor, implica el desarraigo de éste de las principales figuras de apego – excepción hecha del progenitor alienador -, así como de su entorno social y escolar. Si el distanciamiento físico se produce a causa de un rapto, estos problemas se intensifican debido al probable seguimiento policial, por lo que los sujetos se ven condenados a una situación de continua temporalidad.


APRENDIZAJE VICARIO
El progenitor alienador no puede llegar a cada uno de los rincones del conocimiento, pero esto no le hace falta. Tan sólo debe mostrarse como modelo único, en un momento de la vida del niño especialmente sensible a ello, para alcanzarlos sin esfuerzo, a través de los aprendizajes que, gracias a los procesos de modelado y moldeado de la conducta, lleva a cabo con los hijos.


CONDUCTAS EXPRESAS
Los progenitores niegan que ellos puedan hacer nada para cambiar las decisiones de sus hijos.
Les introducen en un proceso legal, recriminan los esfuerzos económicos y emocionales que el otro progenitor realiza para lograr ver a sus hijos.
Llevan a cabo acusaciones falsas de abusos sexuales y malos tratos, usan como apoyo y testigo en los juicios a sus hijos. En esta línea sugieren o llevan a cabo cambios en los nombres o apellidos de los menores.
A la vuelta de las visitas interroga a los hijos con intención de obtener detalles que usar en contra del otro progenitor. Mantiene con ellos secretos y códigos que les permiten comunicarse.
Refuerzan continuamente las poderosas razones que tienen sus hijos a odiar a su progenitor. Llevan a cabo grandes esfuerzos para recordarles que se ven obligados a aceptar que su progenitor les vea.



Jose Manuel Aguilar Cuenca



miércoles, 6 de abril de 2011

SAP - Síndrome de Alienación Parental


La alienación parental es un proceso que consiste en programar un hijo para que odie a uno de sus padres sin que tenga justificación. Cuando el síndrome es presente, el hijo da su propia contribución en la campaña de denigración del padre alienado.
Numerosos especialistas describen al Síndrome de Alienación Parental (SAP) como una alteración que ocurre en algunas rupturas conyugales de alta conflictividad. En ella, los hijos muestran en sus conductas la censura, crítica y rechazo a uno de sus progenitores, descalificación que es injustificada o exagerada, no estando presente con anterioridad a la separación de la pareja; a medida que avanza en el tiempo y en su ejecución, suma partícipes a la misma, formando un “Clan Alienador” (Hijos, Familiares, Amistades, Profesionales), en donde al tiempo es difícil identificar quien es el “líder alienador”, o bien, si el liderazgo de la Alienación paso a otro, y si es una actitud voluntaria o accidental desde lo individual o grupal. Ese “Clan Alienador” asume una concepción exaltada de la historia, en donde indefectiblemente debe existir un “Enemigo peligroso“ a eliminar, asumiendo la protección de las supuestas victimas, quedando justificada la violencia psíquica y física necesaria ejercida para dicha protección. Se entiende la intervención del entorno, porque van en auxilio.
El desconocimiento o la interpretación errónea de adjudicar la responsabilidad del rechazo de los hijos al progenitor negado, desencadena una serie de situaciones controvertidas que realimenta el enfrentamiento entre los progenitores y convierte a la instancia judicial en parte del mismo conflicto.
Una vez activada la bomba de la conducta alienadora, persiste en actividad, y el “Alienador” busca contra quien volcar sus desbordes, es habitual la perdida del “Clan”, ante los riesgos jurídicos a los que se ven expuestos, cuando los hijos logran liberarse de esas presiones. Si el alienador no encuentra su nuevo objetivo, a falta de referente cierto , comenzara la acción destructiva contra si mismo /a. Es observable para el entorno que la persona alienadora va alterando su conducta, cada vez se muestra mas confrontativa, reduciéndose el vinculo de amistades y familia aliada.
Cuando ese entorno vislumbra que algo no cierra en esa “historia oficial”, repetida desde lo emocional, careciente de fundamentos, se aparta por preservación.

Luego de años de Alienación Parental, los hijos comienzan el proceso opuesto, suelen reconocer al verdadero victimario y producir un rechazo hacia esa persona. Es en la adolescencia en donde se produce las mayores decisiones de auto-exclusión de los hijos.
Los hijos al comenzar el despertar a la realidad y la conducta del alienador, de acuerdo a lo aprendido tienden a “Demonizar” a quien fue su Alienador y a tener exageradas expectativas hacia quien fue alejado.
Es de suma importancia para la victima de la Alienación Parental , preparar el hogar, la familia receptora y contenedora, para cuando los hijos tengan la necesidad de auto-excluirse del “Ambiente Alienador”, que no es solo recibirlo, es estar preparado para el ejercicio de una gran responsabilidad, reciben a un hijo con múltiples problemas, incluido el haber sido participe de hechos desleales en su contra. El Progenitor victima de Alienación Parental debe trabajar en si mismo, en su presente y futuro, aún en la ausencia y rechazo de los hijos, en ocasiones puede contar con muy poco tiempo para brindar ayuda a los Hijos, cuando ellos lo requieran y si ellos se defraudan, si no es lo que buscaban, si encuentran lo mismo que desde donde se auto-excluyen, van a ir a cualquier lado, con cualquier persona, a repetir su historia alienadora, como victimario o victima. Los niños, no así el padre alejado, están totalmente indefensos para ayudarse a sí mismos. Sólo les queda esperar que los adultos resuelvan el problema para liberarlos de esta pesadilla. Si la intervención no se produce, el niño queda abandonado y crecerá con pensamientos disfuncionales.
Para el Alienador Parental, es indispensable mantener en el tiempo su actitud alienadora, la hipótesis de conflicto permanente, el riesgo en el vinculo con el otro, la negación hacia el supuesto enemigo del “Clan”.
El equilibrio perdido en esa familia, no es de fácil recuperación y los hijos deben encontrar en el Progenitor victima de la Alienación a una persona confiable , con una conducta que merezca respeto. Si no lo encuentran pierden la posibilidad de comenzar a establecer vínculos sanos para su vida adulta.

Se distingue tres grados de SAP: leve, moderado y agudo, aconsejando diversas formas de acción para cada uno de ellos y destacando la importancia de distinguir en qué caso se está actuando. Actualmente existe mucha información sobre este fenómeno, lo cual ha creado legislación sobre la materia en diversos países, siendo incluido en los Códigos Civiles de diversos estados de EE.UU. y México. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo lo recoge igualmente en diversas sentencias sobre temas de familia.

El síndrome de alienación parental está considerado como una forma de maltrato infantil. Existen antecedentes en los que la Justicia ha actuado penalmente contra dicho maltrato, que generalmente es causado por madres separadas movidas por el despecho o venganza hacia el otro progenitor.

Signos de alerta

Según especialistas en la materia, algunos indicadores típicos que permitirían detectar síntomas de aplicación del Síndrome de Alienación Parental son los siguientes:

  • Impedimento por parte de uno de los progenitores a que el otro progenitor ejerza el derecho de convivencia con sus hijos.
  • Desvalorizar e insultar al otro progenitor en presencia del hijo, aludiendo cuestiones de pareja que no tienen nada que ver con el vínculo parental.
  • Implicar al propio entorno familiar y a los amigos en los ataques al excónyuge.
  • Subestimar o ridiculizar los sentimientos de los niños hacia el otro progenitor.
  • Incentivar o premiar la conducta despectiva y de rechazo hacia el otro progenitor (basta con que los niños vean que esa actitud hace feliz a la madre, para ofrecer su dolor y así reconfortar al adulto alienador).
  • Influir en los niños con mentiras sobre el otro llegando a asustarlos.
  • En los niños se puede detectar cuando éstos no pueden dar razones o dan explicaciones absurdas e incoherentes para justificar el rechazo; y también si utilizan frases o palabras impropias de su edad o llegando incluso a recordar y mencionar situaciones que no han sucedido.
Los padres que, literalmente, han perdido a sus hijos en los casos más severos del síndrome, sienten como si sus hijos hubieran muerto. El padre llora y se resiente por la pérdida de sus seres queridos. Si los tribunales de justicia no intervienen, los padres alienados no tienen ninguna oportunidad, pero siguen amando y recordando, desde la distancia, a sus hijos. El padre alienado compara su pesar al producido por la muerte de un hijo. La única esperanza para estos padres es que algún día, alguien, se acerque a sus hijos y les explique lo patológico de lo sucedido y que los niños, voluntariamente, comiencen a reconstruir una relación con su padre perdido.

Lavado de cerebro, programación mental, manipulación, cualquiera de éstos términos con el cual se llamase a este proceso, es destructivo para el niño y para el padre alienado. Ninguno de los dos podrá ser capaz de llevar una vida normal y saludable a menos que el maltrato sea interrumpido.


En Buenos Aires, la Asociación de Padres Alejados de sus Hijos (http://www.apadeshi.org.ar/) trabaja desde hace 21 años en los derechos de padres, madres y otro tipo de familiares que sufren las consecuencias del impedimento de contacto con sus familiares. La agrupación propicia en la Argentina la creación del Registro de Obstructores de Lazos Familiares que fue aceptada con éxito en la provincia de Neuquén y Río Negro.



Fuente:http://www.apadeshi.org.ar/

http://www.edusalud.galeon.com/productos1736066.html

http://sindromedealienacionparental.apadeshi.org.ar/