sábado, 7 de julio de 2012

Será que le gusta vivir así???


Por qué la mujer que vive violencia en su hogar no logra ponerle fin a su situación?
Se dice tantas cosas a cerca de lo que mantiene a una mujer  dentro de un hogar violento; lo cierto es que nadie que no haya vivido esa situación o haya estudiado el tema, sabe de lo que está hablando.
Me gustaría en este punto, diferenciar primero una conducta ocasionalmente violenta de una persona en la que se ha naturalizado esta manera de relacionarse dentro de su hogar.
Hay personas con baja tolerancia a la frustración que ante situaciones límite, o que se les “escapan de las manos” pierden el control de sus emociones e impulsos.  Así, vemos personas que ante determinada situación, arrojan o rompen lo que tengan a su alcance, pueden intimidar a quien tengan en frente o incluso llegar a “levantarle la mano”.  Estas son las personas de las que muchas mujeres dicen “intentó pegarme una vez, lo enfrenté y no se lo permití”, o “se la devolví y no lo hizo nunca más”.  Estas mujeres no se explican cómo puede haber otras que se dejan pegar, que no pueden poner límites….
Muy distinto es el caso de la persona violenta. Esta persona está en la búsqueda del control, la violencia es una lucha por el poder, el control sobre el otro; generalmente es una persona insegura, de baja autoestima y que proviene de un hogar también violento (perfil de un abusador). Esta es la violencia que está causando más daño a las mujeres  que la combinación de los accidentes de automóvil, asaltos y violaciones, la violencia que sufren las mujeres a manos de desconocidos es menor que la ejercida por personas con las que mantienen una relación íntima. Según las estadísticas el lugar más peligroso para las mujeres es su propia casa.
Generalmente la violencia psicológica precede a la violencia física, para cuando ésta llega, la mujer ha desarrollado una relación codependiente con el agresor y su autoestima está tan lastimada que no es capaz de tomar decisiones, sobre todo extremas, y sostenerlas.
Hablando de los hogares cristianos, de  hijos y siervos de Dios, esto no difiere en absolutamente nada, lamentablemente. Pero aquí nos encontramos con agravantes, como si fuera poco lo que está viviendo la víctima, “la iglesia” le suma a ello la culpa, claro, es típico de la ley.
Los religiosos, pastores, líderes, ministros (siempre aclaro que gracias a Dios, no son todos)  no saben cómo enfrentar el tema, por la sencilla razón de que es algo que se oculta, se calla, por qué???   Esta es una respuesta que merece desarrollarse aparte, lo hago aquí.
Entonces tenemos esta mujer cristiana, esta sierva de Dios con una autoestima por los subsuelos, se siente frustrada,  en todas las áreas de su vida, ya que el abusador la ha anulado,  una mujer que anhela servir a Dios, pero que su esposo se exaspera si pasa tiempo fuera de la casa, o si tiene amigas. Una mujer incapaz de sentirse realizada porque cuando opina, su opinión no sirve, es una tonta, cuando intenta tomar iniciativa en algo es desvalorizada, humillada,  si intenta desarrollar su ministerio, no está capacitada… Y cuánto más… 1 Tesalonicenses 4:6Que ninguno oprima, ni engañe en nada á su hermano: porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado”.
1 de Pedro 3:7-9 “Vosotros maridos, igualmente, habitad con ellas sabiamente, dando honor a la mujer, como a vaso más frágil, y como a herederas juntamente de la gracia de la vida; para que vuestras oraciones no sean impedidas.  Y finalmente, sed todos de un consentimiento, de una afección, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;  no volviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino antes por el contrario, bendiciendo, sabiendo que vosotros sois llamados para que poseáis bendición en herencia.”
Ya no se atreve a opinar,  obviamente no se la consulta para nada, si intenta hacer algo por si misma lo tiene que hacer a escondidas, se le controla, en ocasiones,  hasta los correos electrónicos o lo que hace en el internet, donde “pierde el tiempo”.  En medio de estas “pérdidas de tiempo” es que llegan las consultas a este blog.
Estamos hablando de matrimonios cristianos, hablamos, incluso, de esposas de líderes religiosos,  que, si logran tomar valor, consultarán  a alguno de sus pastores, o en su defecto, si el  pastor es su esposo, quizá se anime a buscar ayuda fuera de la congregación.
Las respuestas típicas ya las hablamos aquí… y estas le agregan  la culpa, ella es la responsable de que “el problema”, “la prueba” no termine.
Es tan tonta que no puede decir basta? Es tan importante para ella el ministerio, la iglesia que es capaz de soportar la tortura diaria? Le lavaron el cerebro en esa religión? Por qué no se separa? Por qué no lo deja? Por qué no puede establecer  un límite sano en la relación? Estas y cientos de preguntas más surgen de aquellos que no saben lo que es convivir con un abusador.
La víctima puede esgrimir todo tipo de respuesta, “por los chicos”, “por el testimonio”,  “no tengo donde ir”, “si les digo no me van a creer”, “pensarían que solo intento desacreditarlo en la congregación”…. Cientos de argumentos,  y si hay hijos en el matrimonio las estadísticas muestran que las denuncias o pedido de ayuda son inferiores  en relación con matrimonios en los que no hay hijos.
Pero la respuesta a la pregunta inicial es, simple y sencillamente, porque no tiene la capacidad para hacerlo. Simple y sencillamente la anularon como persona, simple y sencillamente, aunque pocos lo entiendan, NO PUEDE,  psicológica y emocionalmente no está en condiciones de hacerlo.
Recuperarse es un arduo trabajo,  necesita fortalecer y llevar su autoestima  a niveles aceptables, necesita sanar psicológica y emocionalmente. Y muchas veces para lograr esto es necesario utilizar variados recursos, incluso la consulta psicológica o psiquiátrica, aunque los religiosos sostengan y aconsejen que no se puede recurrir a la psicología para tratar problemas espirituales, déjeme decirle que cuando los problemas espirituales llegaron a afectar la psique de una persona, nadie mejor que un profesional de esa área para tratarla. Otro recurso que no es aceptado por los religiosos es apartarse del maltratador cuando fuere necesario tomar distancia. En vano sería curar una herida y cambiar las vendas cada día si después de hacerlo le echamos encima una gota de ácido.  No hablo de separación definitiva o de divorcio, hablo de una separación terapéutica.
La decisión, una vez tomada debe mantenerse firme, no se puede ceder  terreno al maltratador, el va a seguir intentando avanzar siempre, como dijimos anteriormente, la violencia es una lucha por el control, por el poder.  Pero aquí quiero dejar en claro algo, el maltratador no es el enemigo, el maltratador también es una víctima de sus circunstancias, sus conductas son aprendidas, las aprendió en su casa, las fomentó la cultura y las avivó el silencio. Esposo y esposa son uno, si uno daña al otro se daña a si mismo, no solo está deteriorando  la salud  psicológica, emocional y física de su esposa, sino también la propia.
Efesios 5:28-29  “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.  Porque ninguno aborreció jamás a su propia carne, antes la sustenta y regala, como también El Señor a su Iglesia…”
Mateo 18:15-17 “Por tanto, si tu hermano pecare contra ti, ve, y redargúyele entre ti y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.   Mas si no te oyere, toma aún contigo uno o dos, para que en boca de dos o de tres testigos conste toda palabra. Y si no oyere a ellos, dilo a la Iglesia; y si no oyere a la Iglesia, tenle por un mundano y un publicano”.
Por eso, lo primero es hablar, contar lo que está sucediendo, compartirlo,   el silencio mata.
El amor no duele, un hijo de Dios, con el amor de Cristo en su corazón no lastima, el maltratador también necesita ser reconciliado, restaurado, pero para ello debe reconocer que su conducta es violenta, aquí no se trata de mal genio, de cuestiones de carácter, detrás de lo que muchos se escudan, reconocer el problema es el primer paso para la sanidad, como la confesión es el primer paso para terminar con el pecado. La violencia es un pecado que debe ser sacado a luz. Ministrar a las personas que sufren no es una opción. ¡Todo lo contrario! Es un mandato evangélico, y el principal para hallar la sanidad de los esposos y del matrimonio.
Dice June Hunt, “puesto que el primer mandamiento establece: ‘No tendrás dioses ajenos delante de mí’, el principal problema de la codependencia es poner a otra persona por encima de Dios. El cuidado excesivo que se le prodiga hace que se comprometan las convicciones. El exceso de lealtad hace que se pierdan los límites saludables.  El   “amor” excesivo por ella, hace que usted diga sí en vez de no”.   Este pensamiento resume la condición en la que se encuentra la víctima.
Para utilizar una metáfora “todo buen marino sabe que los iceberg  no resisten el clima templado y las aguas cálidas. Y un cambio de actitudes sociales en el sentido de una mayor intolerancia hacia todo tipo de violencia es el equivalente a las aguas cálidas en que el iceberg está condenado a deshacerse poco a poco. Y si lo que necesita la violencia doméstica es, en afortunada expresión del profesor Gracia Fuster, “un cambio climático”, ¿quién duda de que la Iglesia pueda  contribuir considerablemente a ese cambio en el clima social que permita ir diluyendo progresivamente el iceberg?[1]
Muchas mujeres están abandonando la iglesia porque se sienten abandonadas por ella.



[1] Signos de los tiempos. Lucía Ramón

¿ES TU CÓNYUGE UN ABUSADOR EMOCIONAL?:


CONOCE SU PERFIL

El Abuso Emocional es un patrón repetido de relación no saludable entre adultos, que llega a producir, en las ocasiones más dramáticas, daños irreversibles.


Se le conoce también como “Violencia Invisible”, porque no es vista desde fuera, y, en muchas ocasiones, tampoco es percibida por la propia víctima.

 El Abuso o Violencia Emocional, puede llegar a ser mucho más dura que un golpe físico, y, jurídicamente, puede ser considerada como una violación de los Derechos Humanos, y puede producirse por un hacer o un no hacer, porque lo que es claro es que la omisión, supone abandono, y éste, también es maltrato.


La Violencia Emocional, pone en riesgo la salud física y mental del que la sufre, y priva de libertad psíquica al que la padece, produciendo en ocasiones grandes daños.


Aunque las investigaciones realizadas hasta la fecha en este tema, vienen marcadas por un predominio de situaciones en que el sujeto paciente de las mismas son mujeres, y el rol dominante lo tiene el hombre como abusador, sin embargo, existen casos, no infrecuentes en los que el hombre es el abusado.




Este modo de interacción puede considerarse patológico, es decir, enfermizo, y existe no sólo en lasrelaciones matrimoniales, entre hombre y mujer, sino también entre padres e hijos, profesores y alumnos, pudiendo darse casos de médico y paciente o un jefe déspota y sus empleados.




Hay que señalar que el Abuso Emocional puede darse en cualquier campo de la Sociedad, y no es privativo de los vínculos de personas de sexo diferente.




El perfil típico del abusador, presenta un conjunto de rasgos y características que son claramente identificables, y como elementos más destacables podemos señalar los siguientes:


• Rasgos paranoides, psicopáticos o sádicos con tendencia a desarrollar burlas y violar la intimidad del otro, al que persigue. No es infrecuente que intimide, amenace o chantajee de forma permanente. En ocasiones se producen abusos con la palabra, el silencio o la obra en manifestaciones variadas de violencia psíquica.


• Descalifica, con frecuencia, al otro cónyuge, tanto intelectualmente, como físicamente.


• Critica las actitudes sociales del otro miembro de la pareja, su desarrollo de las tareas domésticas, así como su modo de criar los hijos.


• Episodios de violencia acompañados por insultos, golpes, destrozo de objetos de mobiliario doméstico, portazos y salidas del domicilio con crisis de llanto, seguidas de arrepentimiento y nuevas promesas de cambio.


• El abusador es mentiroso, utiliza como mecanismo habitual las trampas, envía mensajes de carácter contradictorio y pone en peligro la comunicación constantemente.


• Tiene un comportamiento completamente distinto ante la familia, en la intimidad y en público, generando en el abusado, normalmente, situaciones de confusión.


• Vampirismo Emocional, ya que intenta succionar las emociones del abusado obstaculizando el desarrollo personal del otro.


• Malhumor permanente, motivado, según él por problemas laborales, sociales, económicos, o de salud, sus promesas y expectativas se ven frustradas sistemáticamente.


• Abandona al otro miembro de la pareja con indiferencia sexual, ausencias prolongadas del domicilio, se niega a acompañarle o a ser acompañado.


Los abusadores, convencen a su mujer de que ellos son los únicos que saben cómo se deben de hacer las cosas, y cuando estás salen mal, le dicen a la misma, que ella tiene la culpa, jactándose de que son superiores intelectualmente, son lo que vulgarmente se denomina como un “sabelotodo”.




Fuente: www.aa-divorcios.com

Por qué la iglesia oculta o calla la violencia en los hogares cristianos?


Por qué la iglesia no sabe qué hacer con la violencia doméstica, por qué no sabe cómo tratarla, cómo enfrentarla? Porque hay una especie de negación de parte de algunos, porque no podemos aceptar que en un hogar cristiano donde se supone reina Dios, los esposos, hermanos en Cristo, se maltraten, más bien hay “problemas de carácter”, de “convivencia, de pareja”…
Muchos líderes no tienen una posición bíblica desarrollada al respecto y ante la consulta desesperada de un miembro de la congregación con este problema, lo tratan precisamente como un problema más… y volvemos una vez más a las mismas respuestas “ayune y ore más”, “reprenda espíritus malignos”, “cambie su actitud para con su esposo, para que cambie el”, “espere en Dios, descanse en El”, “fortalezca su fe en medio de la prueba”.  Estimado lector déjeme decirle que esta “prueba”, si seguimos “esperando y descansando” solo se va a acrecentar, a profundizar  y muy lejos de ser una prueba para afianzar  nuestra fe, se va a convertir poquito a poco en el mismo calvario donde esta mujer es maltratada y golpeada en su estima, en sus emociones y aún en su cuerpo cada día.
 Matrimonios cristianos? Matrimonios  en liderazgo? Matrimonios pastorales? 
Si!!! Esos mismos… Hermano no rasgues tus vestiduras por lo que estás leyendo, es una triste realidad, esa misma que se tapa, que se esconde, la misma de la que en las congregaciones no se habla ni se enseña, pues cómo habría de hablarse o enseñarse al respecto si son los mismos ministros que al bajarse de sus púlpitos llegan a sus casas a ejercer la misma violencia sobre sus esposas (gracias a Dios, no todos, lo aclaro cada vez que puedo, porque en cualquier momento van a querer despellejarme los que se sientan tocados)
Pastores  y líderes que desvalorizan constantemente a sus esposas, muy lejos de “dar honor a la mujer como a vaso más frágil”;  pastores y líderes que desautorizan a sus esposas frente a la congregación,  que en cualquiera de sus prédicas comentan a modo de “testimonio” alguna situación familiar o íntima sin importar si su esposa o hijos puedan sentirse avergonzados.  Bromas frente a la congregación o amistades en las que siempre se desvaloriza a su esposa. Pastores o líderes que a la hora de tomar decisiones ministeriales la opinión de la esposa no cuenta,  y aún en cosas que algunos quizá podrían ver como nimiedades, tales como:  la pastora tiene que hacer una visita y necesita el auto, pero resulta que el auto lo “necesita el pastor” siempre y nunca está disponible para ella, o simplemente tiene que recurrir a un transporte público porque su esposo “no le puede  enseñar  a conducir” o “no le presta el auto porque conduce mal”.  Muchas de estas conductas han sido naturalizadas  e internalizadas por mucho tiempo y ni siquiera las esposas lo ven como una forma de abuso, pero que sumadas al resto de las conductas de esta índole que se manifiestan a diario, han llevado a estas mujeres a sentirse relegadas, en realidad lo son; a sentirse frustradas, pero como deben ser “sumisas” siguen llorando por los rincones y clamando de rodillas a Dios para que sea El quién las levante, quién levante su ministerio, quién le dé el lugar que ella merece como coheredera del Reino. Lo que no entiende esta mujer es que Dios no va a hacer algo que está en manos de ella hacer. 
Entonces tenemos la cabeza de la congregación (pastorado) enferma, si la cabeza esta enferma, que podemos esperar del cuerpo.
Es tiempo de hablar, es tiempo de sacar a luz todo lo oculto, estamos en un Kairos de Dios en el que la iglesia de Cristo está siendo transformada, está siendo restaurada y reconciliada con el diseño original,  todo lo que no esté de acuerdo con este diseño tiene que ser raído, arrasado,  decimos “venga a nosotros tu Reino”,  y cómo va a venir su Reino a nosotros? Nosotros los embajadores, representantes de Cristo en esta Tierra somos los que traemos su Reino, la tierra “clama, gime a una por la manifestación gloriosa de los hijos de Dios” y qué es esto sino traer su Reino.  Cómo se pretende hacer?  Desvalorizando, humillando, sometiendo, insultando, agraviando, maltratando, menospreciando, discriminando…..????   IGLESIA DESPIERTA Y DEJA ORGULLO, VANAGLORIA,  SACATE LA MÁSCARA, HUMÍLLATE DELANTE DE TU HACEDOR, ARREPIÉNTETE DE LAS ABERRACIONES QUE COMETES A PUERTAS CERRADAS, DETRÁS DE TUS MUROS  Y EMPIEZA A HACER LO QUE TU PADRE TE COMISIONÓ HACER POR SU INFINITA GRACIA, MOSTRAR EL AMOR DE CRISTO Y SU MARAVILLOSA OBRA DE RECONCILIACION Y REDENCION.  
La gente deja las iglesias porque encuentra en el mundo lo que se supone que deberían encontrar dentro de las congregaciones. Todos son amorosos, todos te reciben bien, pero en el momento de reflejar compromiso por el prójimo, pocos están disponibles, pocos pueden hacerlo desinteresadamente.
Pero decíamos por qué la iglesia oculta y calla la violencia? En este punto del discurso la respuesta es obvia; decimos violencia y asociamos inmediatamente en nuestro pensamiento el golpe físico, pero como ya expliqué en varios escritos la violencia no es solo física, los actos descritos anteriormente por parte del liderazgo en sus hogares, son actos de violencia.  La violencia es pecado, la iglesia oculta y calla su pecado, aunque “no hay nada oculto que no haya de salir a la luz” (Mateo 10:26) por eso en este tiempo Dios está haciendo limpieza, hoy en el Reino es uno de esos días de pleno sol, como muchas de nosotras las mujeres esperamos para limpiar, abrimos ventanas, puertas, movemos muebles, sacudimos alfombras, sacamos y lavamos cortinas, sacudimos en cada rincón y quitamos hasta el último grano de polvo.  Hoy en el Reino es uno de esos días de limpieza en el que Dios está levantando gente que no tema decir la verdad, que no tema decir lo que ve, que no tema denunciar lo que no sirve, porque hay que sacudir la mugre hasta el último grano de polvo.
Efesios 5:28-29  “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.  Porque ninguno aborreció jamás a su propia carne, antes la sustenta y regala, como también El Señor a su Iglesia…”
Dice: el que ama a su mujer, a si mismo se ama, nadie aborreció su propio cuerpo, su propia carne, hermanos somos un mismo cuerpo, el cuerpo de Cristo y el mismo Cristo dijo en Mateo 12:25 “… Todo reino dividido contra sí mismo, es desolado; y toda ciudad ó casa dividida contra sí misma, no permanecerá”.  En un matrimonio donde uno de los esposos, hermanos en Cristo, partes del mismo cuerpo de Cristo,  hay violencia, hay división, cómo podemos pretender preservarlo a todo costo, a como de lugar, si está destinado al fracaso (no lo digo yo, lo acabamos de leer en Mateo, dicho por Jesús)
MUJER DE DIOS, VARONA DE DIOS, MUJER DE REINO, COHEREDERA DEL REINO ENTIENDE QUE NADIE TE DARÁ EL VALOR QUE TU NO TE DES, NADIE TE VA A LEVANTAR SI TU NO ENTIENDES QUE DEBES LEVANTARTE, DIOS NO VA A DESARROLLAR Y ESTABLECER TU MINISTERIO SI TU NO TE DECIDES A TOMARLO.  EL MALTRATO NO VA A CESAR HASTA QUE NO LO SAQUES A LUZ, A QUIÉN LE TEMES?, POR QUÉ NO HABLAS?, AL ÚNICO QUE DEBES TEMER ES A DIOS  Y EL ES TU ESCUDO Y TU FORTALEZA, ROCA FUERTE Y REFUGIO, EL ES TU LIBERTADOR. TOMATE DE SU MANO Y DENUNCIA EL PECADO DE LA VIOLENCIA.