Nadie debe vivir con miedo, lastimado, insultado o amenazado en su propia familia.
La conducta violenta es una modalidad de comportamiento inaceptable y constituye un delito.
Quien maltrata es responsable de su provenir.
Ningún argumento o razonamiento justifica el uso de la violencia.
La conducta violenta puede dominarse con orientación y aprendizaje, revisando
las heridas ocultas de la propia infancia, los modelos incorporados de
resolución de conflictos, las identificaciones con personas violentas de la
familia de origen y las motivaciones que se tienen para lastimar a quienes
están cerca. Cambiando los hábitos de comunicación y las creencias negativas
sobre la propia persona y sobre los demás se esta en camino de transformar el
maltrato en un vinculo alternativo.
Todos tenemos derecho a enojarnos y expresar la emoción del enojo sin causar
daño; no tenemos derecho a llevar ese enojo a la acción porque el acto violento
es una conducta destructiva y un falso desahogo de la ira.
Una persona que es maltratada no tiene derecho a maltratar a otros.
La creencia acerca de la “provocación” de la violencia es un mito que sirve
para justificarla y tolerarla.
Las intervenciones en Violencia Familiar deben estar realizadas por personas
especializadas y entrenadas.
No se puede ser neutral frente a una conducta violenta, ya que es un delito que
atenta contra la salud y los derechos humanos.
Las víctimas han de ser tratadas como personas individuales en riesgo y no como
miembros o parte de una familia
Las víctimas de Violencia Familiar no son masoquistas ni obtienen satisfacción
alguna del hecho de vivir amenazadas y dañadas.
Las niñas y los niños están diciendo la verdad cuando se animan a hablar de
malos tratos y/o abusos sexuales.
Las personas que ejercen violencia en su mayoría NO son individuos con alguna
patología especial; atribuirles enfermedades es una manera de justificar su
propia conducta y una forma de declararlos inimputables
La conducta violenta es un problema en si misma. El alcohol y las drogas no son
causa ni explican, aunque agravan el caso.