viernes, 15 de junio de 2012

Para tener en cuenta al hablar de maltrato o violencia

Ningún ser humano merece ser maltratado o golpeado
La Violencia es incompatible con la dinámica familiar.
Nadie debe vivir con miedo, lastimado, insultado o amenazado en su propia familia.
La conducta violenta es una modalidad de comportamiento inaceptable y constituye un delito.

Quien maltrata es responsable de su provenir. 
Ningún argumento o razonamiento justifica el uso de la violencia. 
La conducta violenta puede dominarse con orientación y aprendizaje, revisando las heridas ocultas de la propia infancia, los modelos incorporados de resolución de conflictos, las identificaciones con personas violentas de la familia de origen y las motivaciones que se tienen para lastimar a quienes están cerca. Cambiando los hábitos de comunicación y las creencias negativas sobre la propia persona y sobre los demás se esta en camino de transformar el maltrato en un vinculo alternativo. 
Todos tenemos derecho a enojarnos y expresar la emoción del enojo sin causar daño; no tenemos derecho a llevar ese enojo a la acción porque el acto violento es una conducta destructiva y un falso desahogo de la ira. 
Una persona que es maltratada no tiene derecho a maltratar a otros. 
La creencia acerca de la “provocación” de la violencia es un mito que sirve para justificarla y tolerarla. 
Las intervenciones en Violencia Familiar deben estar realizadas por personas especializadas y entrenadas. 
No se puede ser neutral frente a una conducta violenta, ya que es un delito que atenta contra la salud y los derechos humanos. 
Las víctimas han de ser tratadas como personas individuales en riesgo y no como miembros o parte de una familia 
Las víctimas de Violencia Familiar no son masoquistas ni obtienen satisfacción alguna del hecho de vivir amenazadas y dañadas. 
Las niñas y los niños están diciendo la verdad cuando se animan a hablar de malos tratos y/o abusos sexuales. 
Las personas que ejercen violencia en su mayoría NO son individuos con alguna patología especial; atribuirles enfermedades es una manera de justificar su propia conducta y una forma de declararlos inimputables 
La conducta violenta es un problema en si misma. El alcohol y las drogas no son causa ni explican, aunque agravan el caso.