miércoles, 4 de marzo de 2015

Qué dice la biblia de la violencia



Algunos textos bíblicos que hablan en contra de la violencia y a favor de un trato amoroso entre los seres humanos.

1) La dignidad y el valor de todo ser humano
El ser humano fue hecho a imagen de Dios (Génesis 1:27). Atentar contra un ser humano es atentar contra su Creador. (Zacarías 2:8)
Para Jesús cada ser humano es de gran valor pues El ofreció su vida como rescate para cada uno. (Juan 3:16)

2) El hombre y la mujer son iguales en dignidad y valor.
Los dos fueron creados a imagen de Dios. (Génesis 1:27)
Incluso en este mundo caído, los creyentes son llamados a trabajar para restaurar este ideal divino. (Gálatas 3:26-28)

3) La vida es sagrada y pertenece solamente a Dios 
El sexto mandamiento prohíbe quitar la vida (Éxodo 20:13)
Jesús explica que dirigir palabras que hieren y humillan hacia otro es transgredir el sexto mandamiento (Mateo 5:21-22)

4) Dios aborrece la violencia
Dios no pudo soportar más la violencia de los antediluvianos. (Génesis 6:3-7)
Dios aborrece la violencia (Salmos 11:5; Habacuc 1:13)
Dios está cerca de los que sufren (Salmos 34:18)

5) El perdón de Dios nos invita a perdonar
El agresor debe perdonar cualquier falta así como Dios nos perdona y no castigar usando la violencia. (Mateo 6:14)
A los que hacen mal se le debe devolver con el bien y no con la violencia (Mateo 5:44)

6) Ser discípulo de Jesús significa amar.
Jesús dijo que la marca distintiva de sus discípulos es el amor (Juan 13:34-35)
Los mandamientos de la ley se resumen en amar, a Dios y al prójimo (Mateo 22:39; Marcos 12:31; Lucas 10:27)

7) Ser discípulo de Jesús es servir
Para Jesús la grandeza y la autoridad está en servir a los demás (Marcos 10:43)
El apóstol Pablo invita a los creyentes a someterse mutuamente (Efesios 5:21)

8) Está prohibido hacer daño a los niños
Los niños vienen de Dios y le pertenecen en primer lugar a Él (Salmos 127:3)
Jesús manda a que se cuide de manera especial a los niños (Juan 21:15)

9) Dios pide protección a los más desamparados
Respeto para el anciano (Levítico 19:32; 1Timoteo 5:1)
Cuidar de las viudas (1Timoteo 5:3; Santiago 1:27)


Estos pocos textos de los diferentes libros de la Biblia presentan un panorama general sobre la voluntad de Dios para las relaciones entre los seres humanos. No hay lugar para la violencia, los seres humanos son invitados a amarse teniendo como ejemplo al amor de Jesús.

La prevención de la violencia doméstica desde una perspectiva bíblica

En los países desarrollados tanto los gobiernos como las diferentes organizaciones sociales trabajan activamente para prevenir y solucionar el tema de la violencia doméstica. Estos esfuerzos incluyen leyes, creación y organización de diferentes departamentos, inversión en diferentes proyectos y otras medidas.

En los muchos estudios y trabajos que se hicieron sobre este fenómeno se proponen diversas soluciones para su prevención.

Debido a que es un fenómeno que afecta a toda la sociedad incluyendo a las familias de creyentes, las iglesias deberían tener unas estrategias de actuación en contra de la violencia doméstica. Estas estrategias pueden incluir los siguientes pasos:


1- La prevención
El pastor y los oficiales de la iglesia local deben organizar seminarios, charlas y sermones para informar y concientizar a los miembros. Se debe explicar claramente en que consiste la violencia. Hay personas que no están muy conscientes de la situación en la cual se encuentran o no saben cómo actuar. Una buena información puede ayudar mucho. Además desde el púlpito se debe condenar categóricamente la violencia.

El pastor debe tener en cuenta todas las formas de violencia doméstica. En este sentido debe dar una especial atención a los niños. Presentar seminarios para los padres, informándoles cómo educar, cómo aplicar correctamente la disciplina para prevenir así casos de maltrato hacia los niños y jóvenes.

También todos deben desarrollar la capacidad de observar la gestación de casos de violencia. Toda violencia tiene etapas. Si se detecta lo antes posible se puede ayudar antes y mejor.


2- Atención de las víctimas
El aconsejamiento pastoral resulta muy importante. El pastor y los responsables de la iglesia deben aprender a atender a las personas que sufren maltrato. Hoy en día hay muchas oportunidades de estar mejor preparado en este sentido.

Atender a las víctimas de maltrato es mucho más que darles palabras de ánimo. Puede ser necesario aconsejarles buscar ayuda en las autoridades, personal médico, psicólogo u otro tipo de ayuda concreta, (un lugar de alojamiento, etc.). Se debe atender tanto a los adultos como a los niños.

Reprender con amor y simpatía a los agresores.

Lo más difícil para el agresor es reconocer su pecado. Sin embargo es el primer paso hacia un verdadero arrepentimiento. Para nada se debe excusar su conducta. Aunque se debe actuar con firmeza, una actitud cristiana amorosa puede convencer al agresor de su conducta errónea.

También se debe trabajar para concientizar e informar a los agresores inconscientes. Por ejemplo en casos de padres que inconscientemente hacen daño a los hijos usando excesivamente el castigo físico para disciplinar.

4) Educar a los miembros
El problema de la violencia en las familias es un problema de todos los miembros de la iglesia, no es solamente el trabajo del pastor. El pastor solo no puede hacer nada, él debe procurar educar a la iglesia, a los miembros más maduros, para que se involucren más en el trabajo de prevención y resolución de casos de violencia. De hecho una de las funciones principales de la iglesia es ser una familia de “acogida” para todos los que sufren. (Marcos 3:31.35)

No se debe olvidar que la oración es esencial. Organizar más reuniones de oración y animar a los miembros a orar más es una de las claves más importantes para tener una iglesia más sana y con menos casos de violencia entre sus miembros.

La biblia enseña cómo construir familias felices, como tener mejores relaciones y como prevenir o solucionar los conflictos que puedan surgir.

En primer lugar ella nos insta/manda a atender a nuestros familiares (1Timoteo 5:8). Amar a nuestros seres más cercanos es cuidarles y protegerles. Una forma de violencia intrafamiliar es descuidar las necesidades de los miembros de la familia. Se debe proveer tanto en lo físico; comida, ropa, hogar, protección, como en lo emocional; afecto, cariño, amor, etc.

Hablando de los deberes familiares en su epístola a los Efesios, el apóstol Pablo da varios consejos y mandatos para los esposos, los padres, los hijos y al final para todos.

1. Maridos
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a si mismo por ella. (Efesios 5:25)

Así también los maridos deben amar a sus mujeres. (Efesios 5:28)

Hablando del papel que el marido debe desempeñar en la familia, Ellen White dice: El Señor ha constituido al esposo como cabeza de la esposa para que la proteja; él es el vínculo de la familia, el que une sus miembros, así como Cristo es la cabeza de la iglesia y Salvador. Todo esposo que asevera amar a Dios debe estudiar cuidadosamente lo que Dios requiere de él en el puesto que ocupa. La autoridad de Cristo se ejerce con sabiduría, con toda b0ndad y amabilidad; así también ejerza su poder el esposo e imite la gran Cabeza de la iglesia

2. Mujeres
Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor (Efesios 5:22)

Se debe comprender este sometimiento como uno voluntario, como al Señor, como un acto de amor hacia el marido. De ninguna manera se le permite al esposo a someter con violencia a su esposa. Además para el esposo ser cabeza de la esposa (Efesios 5:23) significa; servirle, cuidarle, proveerle y amarla.

3. Padres
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. (Efesios 6:4)

Los padres tienen el deber de educar a sus hijos en valores. Los problemas de violencia que aparecen en las familias entre padres a hijos se debe también al hecho de que los padres no dedican tiempo de calidad a sus hijos, no saben o no quieren amonestar, reprender, disciplinar y educar siguiendo principios bíblicos, Todo los niños heredan en menor o mayor grado tendencias de rebeldía, que se pueden corregir con amor dedicándoles tiempo, energía y esfuerzo.

Ellen White considera que la educación de los niños es un deber sagrado para los padres y dice: Los hijos son confiados a sus padres como un cometido precioso, que Dios requerirá un día de sus manos. Debemos dedicar a su preparación más tiempo, cuidado y oración. Necesitan que les demos más instrucción de la clase apropiada… Recordad que vuestros hijos e hijas son miembros más jóvenes de la familia de Dios. El los confió a vuestro cuidado, a fin de que los eduquéis para el cielo.

4. Hijos
Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo, (Efesios 6:1)

La obediencia es parte de la educación, del crecimiento y del desarrollo del niño. Los niños deben obedecer porque así lo manda el Señor, que también promete una recompensa, para que te vaya bien. (Efesios 6:3)

5. A todos
Someteos unos a otros en el temor de Dios. (Efesios 5:21). Sometimiento mutuo, tanto en la iglesia, como en la familia, donde cada uno sirve a los demás, siempre mirando y teniendo el ejemplo del amor de Cristo.

A l final el tema de la violencia doméstica se puede solucionar solamente con la ayuda del Señor y en todas aquellas parejas que se entregan a Él. El problema reside en una genuina conversión de las personas (los agresores), que se consigue a través del poder de Dios, en una transformación radical de la mente y del comportamiento, desde un ser egoísta y violento en un ser altruista y lleno de amor.

Como bien lo expresa Ellen White, solo en Cristo puede formarse una unión matrimonial feliz. El amor humano debe fundar sus más estrechos lazos en el amor divino. Sólo donde reina Cristo puede haber cariño profundo, fiel y abnegado.

Conclusión

En el presente trabajo se presenta de una manera general el tema de la violencia doméstica con sus formas, sus factores, sus dimensiones, etc. Hoy en día la violencia doméstica afecta a la mayoría de las familias en menor o mayor grado.

La pregunta final que se puede plantear, es ¿Será algún día, erradicada por completo la violencia doméstica? Desgraciadamente como se mencionó, el problema tiene raíces morales/espirituales. A un mundo caído y alejado del amor de Dios le es imposible la eliminación por completo a una de las consecuencias del pecado, que es la violencia doméstica.

Hoy gobiernos y organizaciones trabajan seriamente hacia la erradicación de la violencia. Por supuesto que muchos de estos esfuerzos son positivos. Sin embargo a pesar de la legislación, de las campañas, del trabajo de muchas instituciones del estado y de las diferentes organizaciones, a pesar también de las actividades de las iglesias, el problema sigue sin resolverse. Infelizmente un sector mayoritario de nuestra sociedad sigue siendo indiferente e insensible al tema de la violencia doméstica.

Aunque este problema no puede ser eliminado por completo, creo que toda la sociedad se debería comprometer más y más en trabajar para la prevención y el alivio del dolor y sufrimiento. Y pienso que la iglesia y los creyentes deberían estar a la vanguardia en la lucha por un mundo mejor, sobre todo en este lado del cielo, a la espera de una transformación completa y total de la imagen de la creación, que la hará a su tiempo el Creador. A la espera de una tierra nueva donde no habrá más ningún rasgo de violencia (Isaías 60:18)

(Extracto) – Autor: Vitalie Mindru

Los hijos de la violencia

por Lupe Maestre y Ricarte Cortez en Confidencias. | Amelia Villanueva
 
“Los niños y niñas no son víctimas solo porque sean testigos de la violencia entre sus progenitores, sino porque ‘viven en la violencia’. Son víctimas de la violencia psicológica, a veces también física, y crecen creyendo que la violencia es una pauta de relación normal entre personas adultas”. (Save the Children)

Se entiende por violencia familiar cualquier acto que ponga en riesgo la salud física y emocional de una persona, mediante el uso de la fuerza o las amenazas. 

Es, además, un problema social que afecta, sobre todo, a las poblaciones más vulnerables en función de su sexo, edad y condiciones físicas, entre las que se comprenden mujeres, niñas, niños, personas adultas mayores o con alguna discapacidad.

La violencia familiar no diferencia sexo, raza, edad o condición social; se produce en diversos escenarios de la sociedad. Un hogar que vive en un contexto cotidiano de violencia, donde el hombre agrede física o verbalmente a la mujer delante de sus hijos o hijas, va a convertir a estos últimos también en víctimas de esa violencia.


¿De qué manera afecta a los niños o niñas que crecen en un ambiente de violencia familiar?En primer lugar, va a perjudicar su desarrollo evolutivo a corto, mediano o largo plazo; inevitablemente les originará secuelas físicas, emocionales y psicológicas. Serán más vulnerables que aquellos que viven en hogares pacíficos.


Los niños y niñas afectados por la violencia ejercida por sus padres, pueden sufrir de insomnio, falta de concentración y escaso rendimiento escolar, enuresis (pérdida involuntaria de orina) terrores nocturnos, falta de apetito, ira, depresión, estrés, ansiedad, entre otros.


El menor que presencia las peleas entre sus progenitores, reaccionará con violencia y sufrimiento movido por la angustia de ser parte del modo de actuar violento de sus padres. Muchas veces aprenden a reprimir sus emociones o necesidades, y a estar siempre alertas ante cualquier hecho que pudiera suscitarse en el hogar.

Los hijos e hijas de la violencia no siempre van a ser consecuencia de situaciones violentas en su hogar; el hecho de que sus padres no lleven una buena relación, tengan un trato frío; que compartan el mismo hogar, pero sin amor, y que no se separan por no afectar a sus hijos, puede ser igual de perjudicial para el niño o niña.

Si las parejas que sostienen una mala relación, son indiferentes o están separadas, se preocuparan del futuro de sus hijos e hijas, demostrándoles afecto, así sea por separado, los menores crecerían en una situación menos traumática; y de adultos procurarían modificar ese modelo de conducta al momento de formar su propia pareja.


Si bien no es una tarea fácil educar a un hijo; es importante proyectarse en su futuro evitándoles situaciones confusas de violencia y traumas emocionales; pues ellos, a la larga, son una proyección de lo que recibieron en su infancia.