domingo, 16 de noviembre de 2008

FAMILIA...INSTITUCION DIVINA

En nuestra cultura, a la mujer se le ha inculcado desde su crianza que su fin en la vida es casarse, tener hijos, y servir en su casa, las tareas domésticas, y satisfacer a su esposo, que la mantiene, mantiene a sus hijos, la protege y vela por ellos.
Hoy en día vemos como las costumbres van cambiando, cómo la misma forma de vida arrastra a las personas a nuevos hábitos, nuevas ideologías, etc., que van condicionando nuestra manera de vivir.
La mujer de hoy necesita trabajar para ayudar en el sostén de la casa, o si no lo necesita por razones económicas, simplemente es por un deseo de superación personal, de sentirse realizada. Las corrientes feministas van en aumento. También vemos que las actividades que antes solo eran inherentes a los hombres hoy son realizadas, y con la misma excelencia por ellas, entonces, por ejemplo vemos mujeres que incluso llegan a ganar más que sus esposos, lo que crea una especie de rivalidad en el hogar y en algunos casos echar en la cara al hombre quien es el que sostiene la casa.
Es evidente la decadencia, en estos últimos años, de la familia como institución formadora de la misma sociedad.
Al formar al hombre Dios ve que no es bueno que éste permanezca solo y le da una compañera.
El matrimonio es la primera institución creada por Dios y por ende regida por principios básicos para su eficaz funcionamiento. Como institución creada por Dios es El quien debe ser el centro para que todo funcione equilibradamente.
Dos personas que buscan juntas la dirección divina en todas las cosas, lo más factible es que el éxito les acompañe; porque como dice Su Palabra..."si escuchas a Dios y obedeces, estas bendiciones vendrán y te alcanzarán..."
Muchas cosas hoy atentan contra la fe, llámese cultura, humanismo, tradiciones, etc.; pero en esta realidad que retrocede a paso agigantados, la fe en un ser superior es lo único que al final puede traer esperanza de cambio a una sociedad desvirtuada que avala el matrimonio de personas del mismo sexo, que acepta el aborto y que ve indiferente cada día el maltrato de los más débiles.
La importancia de la fe en la pareja es vital a la hora de atravesar las crisis, los problemas y las dificultades que atentan contra ella, ya que ésta traerá luz y solución sabia en los momentos decisivos.
El compartir la fe, compartir una oración, compartir la búsqueda de Dios, no va a afectar al machismo del hombre, ni va a someter a debilidad a la mujer, por el contrario va a fortalecer el vínculo, además de su imagen frente a su pareja, su respeto.
La relación de Cristo con su iglesia es tipología del matrimonio terrenal. Cristo, el esposo divino, en su relación con la iglesia: la ama, se sacrifica por ella, está atento a sus intereses, la cuida, está atento a sus necesidades...
A su vez la desposada, la iglesia en su relación con Cristo: respetándolo, reconociendo que El es "cabeza" de la familia, responde a su liderazgo y se mantiene unida en propósito y voluntad a El.
Esto no se logra solo con fuerza de voluntad o resolución, pero como somos hechura de Dios, es El quien nos ayudará a lograrlo.
Volvamos a lo primordial y a lo verdaderamente importante. Volvámonos a Dios.
"Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todo lo demás será añadido" Mateo 6:33

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