miércoles, 6 de mayo de 2020

No se para qué vivo...mi vida no tiene sentido!!!

 En una entrada anterior hablando a cerca de la soledad, hice mención a que, a mi criterio, el origen de muchos grandes problemas, es la identidad. En esa oportunidad no avancé sobre el tema por eso hoy decidí desarrollarlo.
De todas las preguntas que podemos hacernos a lo largo de la vida creo que ¿Quién soy? es la que lleva la delantera, y de ella surgen otras, como ¿Para qué vivo?¿Cuál es mi propósito en la vida?¿La vida es sólo esto? Estas preguntas son muy fuertes en la temporada de la adolescencia especialmente, pero también en cualquier etapa de la vida,  y sus respuestas son fundamentales ya que una identidad bien definida es la base para una autoestima correcta.
Suele suceder que no encontremos fácilmente las respuestas a esos interrogantes, y mucho menos en los tiempos que vivimos, ya que hoy en día son los medios y las redes los que tratan de imponer un estereotipo de lo que deberíamos ser, por qué? Bueno, porque les conviene. Ellos nos dicen lo que debemos estudiar, lo que debemos ser, lo que debemos usar, lo que debemos hacer, ellos nos lo dicen todo y nos muestran imágenes muy gráficas de lo que deberíamos ser, de la manera en que deberíamos  actuar y hasta como deberíamos pensar, es más, hoy el sistema no nos define por nuestra esencia, sino por lo que tenemos o hemos logrado, al punto que si nos preguntan: tu qué eres? lleguemos a responder soy médico, soy empleado, soy desempleado, etc., ¡¡y  no somos lo que hacemos, o lo que tenemos!!
Por qué es imprescindible conocer nuestra identidad?  Simplemente porque saber quienes somos, responde lo demás, nuestro propósito, nuestra misión en la vida, para qué estamos en este mundo y qué debemos hacer al respecto.
Entonces definamos identidad según la RAE.:

  1. Cualidad de idéntico.
  2. Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracteriza frente a los demás.
  3. Conciencia que una persona o colectividad tiene de ser ella misma y distinta a las demás.
  4. Hecho de ser alguien o algo el mismo que se supone o se busca.
No voy a hablar de religión, quiero aclarar esto, practiques la religión que practiques, nuestro origen es el mismo y sólo voy a explicar cual es, porque eso define nuestra identidad. Gén 1:26 al 28 dice que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios.

(Gén 1:26 Entonces dijo Dios: «¡Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza! ¡Que domine en toda la tierra sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos y las bestias, y sobre todo animal que repta sobre la tierra!»  
Gén 1:27  Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.  
Gén 1:28  Y los bendijo Dios con estas palabras: «¡Reprodúzcanse, multiplíquense, y llenen la tierra! ¡Domínenla! ¡Sean los señores de los peces del mar, de las aves de los cielos, y de todos los seres que reptan sobre la tierra!»)

 Mientras el hombre estaba en el huerto de Eden disfrutaba de caminar junto a Dios, conversaba con El, tenía una relación con su creador, su Padre, tenía una posición, una misión, un propósito. Cuando el hombre decide no obedecer a Dios, su rebelión lo separa del Padre y pierde no solo su posición en el huerto, también pierde su identidad de hijo de Dios, por lo tanto la intimidad que tenía con El, así que pierde la autoridad y herencia que el Padre le había dado, por lo tanto pierde su propósito y  su destino profético en Dios.  
Qué fué lo primero que sintió el hombre en el huerto luego de revelarse contra Dios? temor, vergüenza, vacío...
(Gén 3:9  Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde andas?»  Gén 3:10  Y él respondió: «Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, pues estoy desnudo. Por eso me escondí.»)  

Pero no todo es malo...Hay buenas noticias!!!! De la misma manera que el Padre mató un animal en el huerto para hacer ropas y cubrir la desnudez del hombre, preparó un sacrificio mayor, ya no para cubrirnos físicamente sino para limpiar  la rebelión de nuestro corazón, por amor, porque nuestro Padre nunca dejó de amarnos como a hijos. 
(Gén 3:21  Dios el Señor hizo ropa de pieles para el hombre y su mujer, y los vistió.) 

La ley establecía que la paga del pecado es la muerte, por eso el Padre envió al mundo a Jesús, su hijo, para que cargara sobre si toda nuestra rebelión y pagara con su muerte, para que cada uno de nosotros tengamos vida, no solo una vida plena en esta tierra, sino también vida eterna junto a El y al Padre Celestial. Qué es lo que JesusCristo nos proveyó a través de su muerte y resurrección? Nos devolvió la identidad que habíamos perdido, recuperamos el ADN de Dios.

(Gál 4:4  Pero cuando se cumplió el tiempo señalado, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer y sujeto a la ley, 5  para que redimiera a los que estaban sujetos a la ley, a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. 6  Y por cuanto ustedes son hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: «¡Abba, Padre!» 7  Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, también eres heredero de Dios por medio de Cristo.
Efe 2:4  Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, 5  nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia habéis sido salvados! 6  Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales, 7  para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús.)

Dice la Biblia en Hebreos 12:23 que nos hizo sus primogénitos y que estamos inscritos en los cielos.
Y cómo logramos recuperar esa identidad? Si Cristo nos devolvió la identidad, por qué todavía nos sentimos igual, vacíos, sin propósito, sin norte...? Ahhh esa es una poderosa pregunta!!!
Cuántas veces nos preguntamos por qué Dios no hizo nada... Déjame decirte algo, no fue Dios el que se separó del hombre, fue el hombre quien se apartó de Dios en el huerto y eso lo acarreamos hasta que  lo revertimos...  nosotros? si !! La obra de reconciliación fue hecha por Cristo, pero así como el hombre se  apartó en Eden es necesario que "volvamos a El", habrás escuchado un sin fin de veces que la puerta de tu corazón tiene picaporte solo del lado de adentro, y es así, Dios está a la puerta y llama, si yo le permito entrar a mi vida El puede restaurar todas las cosas, de hecho la muerte y resurrección de Cristo ya lo hizo, solo debo apropiarme de su obra, aceptarla, hacerla mía para poder disfrutarla, abrir la puerta de mi corazón, invitar a Jesús a ser parte de mi vida, y disfrutar de la misma comunión que teníamos en el huerto.

Te invito a abrir la puerta de tu corazón con esta sencilla oración:
Jesus hoy reconozco que no se quién soy, que no encuentro mi  propósito, me siento perdido y abrumado, hoy te invito a entrar a mi corazón, te acepto como mi salvador y mi Señor, y recibo en Ti mi verdadera identidad, hoy acepto tu obra que hiciste por mi y me reconozco como hijo de Dios, y me dispongo a recibir el verdadero propósito de mi vida. Amén.

Si hiciste esta oración, no te quedes solo con eso, busca una Biblia y empieza a sumergirte en su lectura, en su estudio,  la Biblia es la palabra de Dios, o sea, el Padre te va a hablar a través de ella y vas a empezar a conocerlo mejor y poder disfrutar de todo lo que El ya proveyó para ti.

Padre amado te pido por cada uno de los que hagan esta oración, para Tú te reveles a ellos como el Padre que eres y que se manifieste en ellos su verdadera identidad, para que con tu guía alcancen su propósito eterno y Tú te glorifiques en cada uno de ellos, llénalos Padre de tu Santo Espíritu, en el nombre de Jesús. Amén.