lunes, 13 de febrero de 2012

Cómo recuperarse de una relación conflictiva (Última parte)

8. CULTIVE LO QUE NECESITE DESARROLLAR EN USTED MISMA

Cultivar lo que necesite desarrollar en usted misma significa no esperar que él cambie antes de seguir con la vida. Esto también significa no esperar el apoyo de él -en cuestiones financieras, emocionales o prácticas- para iniciar lo más posible su carrera, o cambiar su carrera, o retomar los estudios, o lo que usted desee hacer. En lugar de subordinar sus planes a la cooperación de él, actúe como si no tuviera nadie más que usted misma en quien apoyarse cómo lo haría si no lo conociera. Descubrirá que es muy posible hacer que la vida funcione bien para usted cuando deje de depender de él y haga uso de todas sus otras alternativas. Cultivarse significa correr riesgos: conocer gente nueva, entrar a un aula por primera vez en años, hacer un viaje sola, buscar un empleo... cualquier cosa que usted sepa que necesita hacer pero no ha podido reunir el coraje suficiente para emprenderla. Este es el momento de zambullirse.

Regálese nuevas experiencias en lugar de juntar más objetos materiales (y más deudas). Dé un paseo por el parque, haga una excursión por las sierras o vaya al zoológico. Deténgase a observar la puesta de sol. La idea es pensar en usted misma y en cómo le gustaría que fuese su presente ese día, y luego permitirse, experimentar tanto el dar como el recibir. Por lo general somos muy buenas dando a los demás, pero tenemos muy poca práctica en darnos a nosotras mismas. ¡Entonces, practique!

A menos que eleve sus propios talentos al máximo, siempre estará frustrada. Y entonces podrá culparlo a él por esa frustración, cuando en realidad surge del hecho de que usted no sigue con su propia vida. El desarrollo de su potencial quita la culpa de los hombros de él y ubica la responsabilidad por su vida exactamente donde debe estar: en usted. Los proyectos y las actividades que usted elija la mantendrán demasiado ocupada para poder concentrarse en lo que él hace o no hace. Si en este momento usted no tiene una relación, esto le dará una alternativa sana al suspirar por su último amor o esperar al próximo.

Por otro lado, el hecho de cultivarse le permite crecer. Al llegar a ser todo lo que usted  es capaz de ser, usted también asume toda la responsabilidad por sus decisiones, su vida, y en esta forma abraza la adultez. Mientras no nos responsabilicemos por nuestra propia vida y nuestra propia felicidad, no seremos seres humanos totalmente maduros, sino que seguiremos siendo niños dependientes y asustados con cuerpos de adultos.
Finalmente, desarrollarse hace que usted sea mejor en una pareja, porque es una mujer creativa, totalmente expresiva, no alguien que está incompleto (y por lo tanto asusta- do) sin un hombre. Irónicamente, cuanto menos necesite una pareja, mejor pareja se vuelve usted... y atrae (y se ve atraída por) hombres más sanos.

                          9. VUELVASE EGOISTA

Para algunas personas, el egoísmo puede significar ser: indiferente, cruel, desconsiderada, egocéntrica, pero recuerde que usted es una mujer que tiene un historial de amar demasiado. Para usted, volverse egoísta es un ejercicio necesario para renunciar al martirio. Al comenzar a ponerse en primer lugar, usted debe aprender a tolerar la ira y la desaprobación de los demás. Son reacciones inevitables de aquellos cuyo bienestar usted había puesto hasta ahora antes que el propio. No discuta, no se disculpe ni trate de justificarse. Manténgase lo más serena y alegre que le sea posible y siga con sus actividades. Los cambios
que usted está haciendo en su vida requieren que los que la rodean también cambien, y es natural que se resistan. Pero a menos que usted dé crédito a esa indignación, durará bastante poco. No es más que un intento de volver a llevarla a su viejo comportamiento abnegado, a hacer por ellos lo que ellos pueden y deberían hacer solos. Finalmente, volverse egoísta requiere que usted reconozca que su valor es grande, que
sus talentos son dignos de expresión, que su realización personal es tan importante como la de cualquier otra persona, y que su mejor identidad personal es el mejor regalo que tiene usted para el mundo en general y, más especialmente, para quienes están más cerca de usted. Sin este fuerte compromiso con usted misma, la tendencia es volverse pasiva, desarrollarse no para su mayor expresión sino para beneficio de otra persona. No basta haber superado todas las dificultades que encontró. Aún le queda vivir su vida, explorar su propio potencial. Es el paso que sigue naturalmente cuando usted gana respeto para sí y empieza a satisfacer sus deseos y necesidades.Asumir responsabilidad por usted misma y por su felicidad da una mayor libertad a los hijos que se sentían culpables y responsables por su infelicidad (y siempre se sienten así). Un hijo nunca puede esperar equilibrar la balanza o saldar una deuda cuando uno de sus padres ha sacrificado su vida, su felicidad, su realización personal por ese hijo o por la familia. El hecho de ver que uno de sus padres abraza totalmente la vida da al hijo permiso para hacer lo propio, del mismo modo que ver sufrir a uno de sus padres indica al hijo que toda la vida es sufrimiento.Ahora usted puede decir que sí o que no cuando desee.
En este dramático cambio de roles, al pasar de cuidadora de los demás a cuidadora de sí misma, es muy probable que su conducta se vea equilibrada por cambios de roles en todas sus relaciones. 

              10. COMPARTA CON OTROS LO QUE HA EXPERIMENTADO Y APRENDIDO

Compartir sus experiencias con otros significa recordar que éste es el último paso en la  recuperación, no el primero. Ser demasiado dispuestas a ayudar y concentramos demasiado en los demás es parte de nuestra enfermedad, de modo que espere hasta haber trabajado duro en pro de su propia recuperación antes de emprender este paso. Compartir con otros significa también que cuando conozca a alguien que tiene
antecedentes similares o se encuentra en una situación parecida a la que tuvo usted, está dispuesta a hablar de su propia recuperación sin necesidad de coaccionar a esa persona para que haga lo que usted hizo para recuperarse. Aquí no hay lugar para manejar ni controlar, como tampoco lo había en su relación. Al hablar de ello, usted da esperanza a los demás, y validez a todo lo que atravesó en su lucha por recuperarse. Gana perspectiva de su coraje y de su vida. Ayudará a otras a recuperarse. Y mantendrá su propia recuperación.
Este hecho de compartir, entonces, es en última instancia un acto de egoísmo sano, por el cual usted promueve más aun su propio bienestar manteniéndose en contacto con los principios de recuperación que le servirán toda la vida.

"Las Mujeres que aman demasiado"   Robin Norwood





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