He visto, dentro del pueblo de Dios matrimonio que por años han vivido maltratándose y en algún momento han dicho: "¿por qué Dios lo permite?", "¿por qué Dios no hace algo?", o viven esperando que Dios en cualquier momento haga su intervención milagrosa y mientras tanto viven una vida miserable.
Te pido perdón hermana/o si esto no es lo que esperabas oír, pero te aviso que no va a intervenir. Si, leíste bien, Dios no lo va a hacer, y no se trata de que te escuche o no te escuche, se trata de que eso a Él no le corresponde y créeme cuando te lo digo, me llevó 20 años darme cuenta.
Si te sientes de esta manera, déjame hacerte unas preguntas y medita en ellas...
¿Cuánto hace que estás orando por el maltrato o la violencia que sufres? ¿Cuántos ayunos hiciste? ¿Por cuántas sesiones de consejería pastoral pasaste? ¿Cuántas promesas le hiciste a Dios? ¿Alguna vez escuchaste una respuesta de Dios?
Ahora te pregunto que piensas de esto...
¿Será que Dios no se agrada de ti? ¿Será que no oras lo suficiente? ¿Será quizá, que estás orando mal? o ¿será que, simplemente, es lo que te tocó vivir y debes aceptarlo?. Sabes, por años me cuestioné con estas preguntas y esto trajo a mi vida una gran frustración, una re-victimización porque, no solo era maltratada, sino que también me acusaba a mi misma de no ser lo suficientemente buena para agradarle a mi Dios y recibir su ayuda.
Ahora te vuelvo a preguntar a ti... ¿crees que el Padre que te creo, lo hizo para que sufras? En estos días escuchaba a una amiga muy querida decir, "vinimos a este mundo para sufrir", haciendo alusión al pasaje que dice "en este mundo tendréis aflicción" (Juan 16:33). Cómo hijos de Dios hemos sido creados con un propósito y traídos a la tierra para cumplirlo, y ese propósito es manifestar el Reino de Dios en la tierra, muy lejos está esto de que hayamos venido a sufrir. Pero por mucho tiempo hemos sacado versículos de contexto y con ello hemos lastimado mucho pueblo de Dios y a nosotros mismos. Lo que Yeshúa (Jesús) nos dice en el evangelio de Juan es que ante cualquier sufrimiento que venga mientras cumplimos con nuestro propósito, tengamos paz porque Él ya venció por nosotros.
Bueno entonces, por qué Dios no me ayuda a ser libre de este sufrimiento, del maltrato?
El Creador nos ha dado una voluntad, nuestra vida se compone de decisiones que tomamos a diario, y esas decisiones producen consecuencias, para bien o para mal. Lo que vivimos hoy lo sembramos ayer, y las decisiones tomadas a la ligera, sin buscar la dirección del Señor, sin tener en cuenta o por no conocer nuestro propósito, pueden tener consecuencias indeseadas y así como somos nosotros los que sembramos, a nosotros nos toca arrancar los espinos cuando nos equivocamos de semilla.
Hay tareas que son nuestra responsabilidad y otras, aquellas que están fuera de nuestro alcance, son las que hace Dios.
¿Qué es lo que te va a sacar de una situación de maltrato o violencia? El primer paso en cualquier problemática para resolverla es el mismo para todas: ACEPTAR. Antes de casarte hubo evidencias de que esa persona era abusiva, piénsalo, medita en ello, recapacita. Mientras fueron novios te celaba excesivamente, te alejó de tus amistades, debías estar todo el tiempo con él, ya no podías salir con tus amigos/as, te gritaba, o te tomaba fuerte por el brazo y te dejaba una marca, te preguntaba todo el tiempo por teléfono donde estabas o con quién, hay muchos más síntomas y no tengo la menor duda que viste alguno de ellos, aún así continuaste la relación y te casaste, fue tu decisión, y eso, aunque sea duro hay que aceptarlo.
Cuando lo aceptas, no te culpes, ya es pasado, te equivocaste, ya pasó, ahora lo importante es corregir eso, ¿cómo? de la misma manera, una decisión, DETERMINACIÓN. Ahora determina poner fin a esa vida miserable en la que te ves envuelta/o y toma la decisión, busca dirección de cómo hacerlo en Dios y actúa.
En este punto, habiendo aceptado tu responsabilidad y determinado quitarte un yugo que tu mismo te colocaste, tan pronto acciones conforme a tu determinación... AHORA SI verás la mano de Dios apoyándote en tu determinación, mira lo que dice el libro de Job
Job 22:21 Llega a un acuerdo con Dios, reconcíliate, y así alcanzarás la felicidad.
22 Recibe la instrucción de sus labios y guarda sus palabras en tu corazón.
23 Si vuelves al Todopoderoso con humildad y alejas de tu tienda la injusticia (las acciones que no están de acuerdo a su voluntad);
26 En el Todopoderoso estará tu deleite y levantarás tu rostro hacia Dios.
27 Tú le suplicarás y él te escuchará, y podrás cumplir tus votos.
28 Si determinas algo, te saldrá bien, y sobre tus senderos brillará la luz.
Ahora Él abre camino delante de ti, determínate, se libre de las cadenas que te oprimen, el tiempo es hoy.
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