viernes, 4 de noviembre de 2011

Violencia, problema aprendido en la niñez

La violencia intrafamiliar se origina desde la infancia, debido a un entorno de tensión y de maltrato que se repite en la etapa adulta.


Ocasionalmente existen trastornos mentales no identificados plenamente en el padre o la madre que pueden derivar en actitudes agresivas, pero en la mayoría de los casos la violencia intrafamiliar obedece a un modelo de conductas aprendidas desde la niñez, precisamente en el seno del hogar, lo cual involucra abuso físico y en ocasiones sexual, así como psicológico, explicó a SUMEDICO el doctor Edgar Díaz Franco (*), investigador y encargado del Programa de Embarazo Adolescente del departamento de Psicología del Instituto Nacional de Perinatología. 

En el aspecto psicológico, la agresión se puede dar de manera verbal, con ofensas, burlas o acciones para ridiculizar en público a la víctima, o bien con castigos de sometimiento o que infundan miedo en el menor, como encerrarlos en lugares pequeños y oscuros. 

"Pero los niños no van a juzgar a los padres, ni siquiera en casos de abuso sexual, porque para ellos su mamá o papá tienen la razón y si los castigan es porque algo hicieron mal. Incluso si no hay muestras de amor, los pequeños piensan que es su culpa". 

 El experto apuntó que la violencia en los primeros cinco años de vida marca a cualquier persona, porque los niños no cuentan con mecanismos de defensa para protegerse emocionalmente, por tanto, crece con un aprendizaje de la violencia como una situación "normal". 

Cómo se forja la codependencia 

Cuando un menor crece con violencia, sin atención psicológica alguna, tiene una enorme tendencia a crecer como un adolescente y después un adulto codependiente, es decir, puede convertirse en un agresor o establecer relaciones disfuncionales que le pueden causar mucho daño, donde el varón o la mujer sean objeto constante de agresiones físicas, verbales, económicas o psicológicas. 

El doctor Díaz Franco hizo énfasis en que se trata de un círculo vicioso que se mantiene constante durante generaciones, pues para estas personas abusadas o abusadoras es una condición "normal", en su subconsciente es la forma de buscar la aprobación, el amor de su pareja, de una forma mal entendida. 

 "Este tipo de codependencia actualmente causa una gran preocupación en los noviazgos entre adolescentes, pues se ha generalizado el maltrato físico, verbal o emocional, donde ambas partes tienen culpa: La chica que se deja abofetear la primera vez, lo cual se va a repetir de manera recurrente; el joven que permite lo insulten, es por ello que se hace tan necesario, primero que la sociedad tome conciencia de estos abusos y, segundo, que se asuma el compromiso personal de que se requiere ayuda profesional". 

Sobreprotección, la peor violencia 

En este esquema de aprendizaje de la violencia, "puede darse una faceta donde la madre o el padre, al ser conscientes de todas sus carencias, tiendan a sobreproteger a su hijo, en un afán de darles todo lo que ella o él carecieron, sin embargo, esto no ayuda en nada, por el contrario, se da otra forma de agresión que puede ser aún más severa", acotó el doctor Díaz Franco. 

Esto, abundó, "porque se le tiende a dar al niño o niña todo lo que quiere y se le permite hacer lo que le parezca, convirtiéndolo en el mediano y largo plazo en una persona inútil, imposibilitada a valerse por sí misma".

En una situación así, el menor puede convertirse en un agresor, que tiende a maltratar a su pareja, hijos y demás personas cercanas, en el afán de que seguir en el proceso de obtener lo que desea; o bien, es posible que se convierta en víctima de violencia, porque no sabe valerse por sí misma. 

Signos de alerta 

 Si bien una persona abusada, sea un menor, mujer u hombre, se sienten mal por el constante temor y pesar en el que viven, lo cierto es que requieren de ayuda. Por eso es que las personas deben de conocer los signos de alerta que pueden revelar cuando un familiar, amistad o persona cercana es víctima de violencia intrafamiliar:

Parece temerosa y ansiosa por satisfacer a su pareja, o en el caso de menores a sus padres
Avala todo lo que su pareja, o padres hacen o dicen.
Recibe constantes llamadas de su casa
Tiene frecuentes heridas, dice que son a causa de "accidentes"
Frecuentemente falta al trabajo, a la escuela, o eventos sociales sin explicación.
Viste con ropa que oculta heridas, moretones, cicatrices, etc.
Se aísla porque tiene restringido ver familiares y/o amigos.
Rara vez sale sin su pareja, o en el caso de los hijos no se les permite ir con sus amigos.
Tiene acceso limitado al dinero, tarjetas de crédito, etcétera
Su autoestima es baja y muestra depresión.


Fuente:http://www.sumedico.com/

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